lunes, 27 de diciembre de 2010

La última mariposa

Durante mucho tiempo mantuve encerradas en una cajita de cristal a 500 mariposas de colores diferentes, cada una dueña de una emoción especial. 

Mis mariposas, eran diferentes a las mariposas que existen en el resto del universo, ellas sabían abrir la cajita de cristal cuando él aparecía frente a mi, o cuando a lo lejos escuchaba su risa o veía algo que tenía su toque personal. 

Al salir de su cajita ellas revoloteaban a mi alrededor en señal de que mis emociones más puras y fascinantes eran desatadas por el misterioso caballero.

Sin embargo, un día sin previo aviso, mientras él y yo hablábamos y mis mariposas revoloteaban como de costumbre a mi alrededor, haciendo que el mundo se viera de múltiples colores, sentí como si de pronto perdiera una parte de mí. 

Al alejarse el caballero de mi vista, mis mariposas tomaron su lugar correspondiente y me pareció que por algún extraño motivo estaban amontonaditas como si tuvieran frió y habían dejado espacios vacíos en la cajita de cristal. Debo confesar que soy tan despistada que no me detuve a pensar que algo podía estar saliendo mal, así que seguí con mi vida y seguía sintiendo esas enormes ganas de verlo y sentir sus manos tocar las mías, era emocionante verlo a los ojos y ver como ellos tomaban prestados los colores de las alas de mis bellas mariposas, estar con él era extasiante.

Pero día a día sentía que algo me hacía falta al estar con él, sentía que estaba perdiendo esas emociones que me hacían creer enamorada. Un día cuando me di cuenta de que las cosas ya no estaban resultando, abrí mi cajita de cristal para contar a mis mariposas y me encontré con la sorpresa de que mis 500 mariposas se habían reducido a un limitado número de 8 mariposas tornasol, de esas mariposas que si no son rojas son naranjas, o violetas, azules o moradas, esas mariposas que confunden, que enloquecen, que fastidian, que no te dejan entender lo que estás sintiendo.

Entonces comprendí porque sentía que algo me hacía falta, entonces entendí porque no sabía lo que estaba sintiendo cuando estaba con él y sobretodo me quedó muy claro que durante este tiempo que no me detuve a contar, estaba dejando mariposas escapar al sonreirle y no obtener respuesta, al emocionarme con sus logros y no obtener los mios, dejaba mariposas escapar que me hacían sentir viva, porque no veía lo que estaba pasando a mi alrededor cuando entre sus ojos simplemente me perdía.

Decidí que lo mejor era dejar de confundirme, que era hora de dejarlas escapar a todas, que era tiempo de volver a ser yo y no la mitad de él, entonces abrí mi cajita de cristal y les abrí la puerta.

Era sorprendente verlas salir emocionadas, pero lo realmente excitante era aquella pequeña mariposa verde que aún se aferra a las paredes de mi caja y evita salir de cualquier modo, pues aunque he intentado empujarla, enviarle los fríos vientos más peligrosos y hacerla enojar para que ya no sienta nada cuando lo vea, ella sencillamente se niega, se abraza fuertemente a la fibras del vidrio rojo que me pertenece y del que quiero eliminarla, pues el sentimiento no es el mismo, pero gracias a mi última mariposa es que aún existe una llamita que me permite quererlo y que afortunadamente no me ciega cuando me pierdo entre sus ojos, yo aún lo quiero, pero ahora, también me quiero y amo a esa pequeña, verde, fuerte y hermosa mariposa. Mi última mariposa.

lunes, 13 de diciembre de 2010

Y si volvieras

No tienes idea de lo que provocas con ese silencio helado, ni imaginas lo que le duele a los ángeles cuando decides callar... aniquilas a las hadas... lastimas unicornios y las mariposas se arrepienten de emprender el vuelo... mientras yo lloro lágrimas de miel porque ese silencio no significa que no quieres hablar... cuando ese silencio me grita que ya no estás... que aunque me cueste entender has partido, no volverás y que aunque me niegue has dejado de ser y nadie sabe si lo que se va, un día pueda regresar...

In another life maybe...♥

jueves, 2 de diciembre de 2010

El sol y la luna

Dicen por ahí que el sol se ha enamorado de la luna, dicen que ha sido un romance complicado, que ya que el no sale por las noches y ella se esconde por el día, era casi imposible que se conocieran, ni imaginarse, entonces, que resultaran enamorados.

Se dice que hace algún tiempo cuando ellos aún no se conocían, las estrellas se habían enamorado del Sol y se la pasaban contándole a la Luna lo elegante, amable y educado que éste era, entonces ella fascinada por todo lo que estaba escuchando pensó que sería interesante conocer a tan afamado caballero, dicen también que la Luna le pidió a las estrellas que le contaran de ella al Sol y que algunas de las estrellas se pusieron celosas y no volvieron a hablarle jamás.

Cuenta la historia que las estrellas celosas hablaron mal de la Luna, el sol supuso que la luna no sería mala y que serían los celos de las estrellas los que las hacían hablar de esa forma, entonces el sol le pidió al Cielo que le contara de ella, dijo que estaba intrigado con aquella dama misteriosa que no se dejaba ver por la mañanas pero que por las noches estaba ahí para iluminar a la naturaleza que él por cansancio dejaba a cierta hora, el cielo que adoraba a la Luna como a una hermana le contó todas sus cualidades, le dijo que era de las Lunas del universo la más hermosa y el Sol aún sin haberla visto antes, decidió que sería buena idea conocerla.

Así que se puso de acuerdo con la tierra y le pidió que le ayudara a hacer un eclipse de Luna, la tierra emocionada porque ama hacer de cupido le dijo que estaba de acuerdo con el plan. De ese modo lo hicieron, un día la luna y el sol se encontraron, el único defecto era que aunque podían platicar y conocerse era bastante incómodo tener a la tierra entre ellos y que la tierra tuviera que enterarse de todo lo que decían, entonces ya enamorados se citaron nuevamente, pero esta vez querían estar seguros de que fuera algo más íntimo, se pusieron de acuerdo e hicieron un hermoso eclipse de Sol, la luna se apareció una mañana y se colocó frente a él, de ese modo estarían cerca y nadie estaría entre ellos, hablaron poco tiempo, pues la tierra que aunque ama hacer de cupido es también un poco chismosa, estaba tocando el hombro del sol mientras se quejaba de que no podía estar tanto tiempo sin luz, la realidad es que quería saber lo que estaba pasando.

El Sol ahora es novio de la Luna y es que aunque no se ven seguido, esperan el momento en el que llegue otro eclipse de sol para verse, besarse y amarse como sólo ellos saben hacerlo, pero incluso no descartan la posibilidad de invitar a la tierra y hacer un eclipse de Sol pues consideran que es mejor tenerla como amiga para que les regale más tiempo cuando hagan eclipses de Luna, pues planean que en su próximo encuentro harán un picnik con la vía láctea de bebida y trocitos de queso fundidos, ellos dicen que el queso de la luna calentado por los rayos del sol tiene un sabor especial que puede compararse con el paraíso.

Las estrellas hasta la fecha siguen de celosas, incluso algunas se han convertido en fugaces para espiarlas mientras ellos se encuentran, pero el Sol y la Luna se divierten tanto cuando están juntos que no dejan ni que los meteoritos hagan daño a su amor...

miércoles, 1 de diciembre de 2010

Solos

Sólo Tu, Yo y la inmensidad... creyéndonos puros, perfectos, completos...
Solos Tu y Yo; y la inmensidad haciéndonos sentir pequeños, amigos, amantes...
Solos Tu y Yo, en una vida alterna que no se deja revelar...
Solos Tu y Yo, queriéndonos, amándonos, y la inmensidad estorbándonos...
Y al final la ignoramos, porque sólo importamos Tu y Yo. Y este frío tan helado que nos acerca y nos hace amarnos más...