Soy el fuego que depositaste en mi sangre, la magia, la fuerza, la resistencia de mi alma, soy el rojo de tu sangre, soy las nubes, el sol y tu mirada, soy lo que quieres que sea, aunque en ocasiones me niegue a ser, soy la lluvia, la tormenta, el sonido y el silencio, soy de ti, porque salí de ti, crecí en ti, me alejé de ti y volví a ti, porque no soy consecuente, porque me tocaste, porque así lo decidiste y no me puedo negar, porque soy blandita y aunque me guste decir que me retengo en realidad muero por estar cerca de ti.
Me haces ser, me haces sentir, me das tu mano y me levantas, me haces llorar, reír, soñar.
Y entre la gente cuando veo sapos de colores magenta y elefantes de bolitas amarillas estás tú, gritándome en silencia que me amas como sólo tú lo sabes hacer, me esperas, me sonríes, me vigilas, me sostienes, me mantienes, me dices que me amas y que me necesitas, que soy grande y que me elegiste.
Y en la profundidad de mi memoria, de mi alma y mi ser, no existe otra victoria que la que planeaste para mi corazón, con las caídas y los tropiezos que debían ser, amo ser tuya, de ti, de tu legión, como guerreros del corazón. Amo tu caricia de mañana, amo que sigas aquí cuando todo parece doloroso y amo que me hayas cuidado tantos años aún cuando no sabía de ti, amo no tener que contar recuerdos terroríficos porque siempre has estado ahí.
Te amo, con la fuerza intermitente de mi alma que se cansa de creer, de soñar, porque no le cumples el berrinche de tener eso que le conviene jugar, te amo con la sencillez de mis palabras, de mis manos, de mis sueños que se quiebran, te amo con mis errores, con mi confusa realidad interior, te amo, porque me hiciste tan infantil, tan soñadora, tan llena de imaginación, tan espontanea, tan tuya, tan de ti.
Soy la luna y soy el sol, soy lo que quieres que sea y quiero ser de tí el café ;)