jueves, 5 de septiembre de 2013

A mi preciosa muñequita terciopelo.

Si me preguntan, juro que no recuerdo cómo fue que te conocí, y no me refiero a verte por primera vez, si no a saberte parte de mi vida, parte de mi alma. 

Sólo sé que muchas cosas me recuerdan a ti, a tus palabras, a tus manos, al sonido de tus pasos; y es que cuando creo que pierdo esa imagen hermosa que tengo de ti (No porque te olvide, ni porque te haya dejado de amar, en cambio es que a esa, a tu imagen, la he dejado empolvar de a poquitos con cosas que me llenan la cabeza sin dejar más espacio para personas importantes como tú) parece que de pronto vienen olores e imágenes que me recuerdan todo lo que eres, todo lo que sabes, todo, todo, todo lo que me haces sentir. 

Quiero contarte, sin aburrirte, que ayer en la comida me tomé un vaso de un líquido mágico que provoca que los recuerdos contigo se abalancen a mi memoria, era un vaso pequeño y siendo sincera, confieso que no lo esperaba, pero de pronto fue como sentir fuegos artificiales en mi boca, que poco a poco se trasladaron a mis recuerdos, conectando todas esas sensaciones al corazón. Es increíble lo que puede provocar una limonada. 

Y ya que hablamos de bebidas, ¿Recuerdas? Cuando de pequeñas a Jess y a mí nos esperabas con las jarras de pozol cuando el abuelo iba por nosotras a la primaria, siempre habían dos, una jarra de cada sabor porque jamás has olvidado que a ella y a mí nos gusta el pozol diferente. 

Siempre has tenido esa facilidad consentidora que no sé dónde adquiriste pero que te va genial. 

¿Sabes que de ti es lo que me sorprende más? Los relieves de tu piel, y las marcas de los años y las felicidades vividas que hay en tu cabello blanco, que cada mañana estés despierta, que te sientes cerca de la puerta, que sonrías, que hables, que me mires, que seas tù. 

Juro que no recuerdo ese momento en que mi entendimiento resolvió que eras parte de mi vida, ese momento en que mi corazón decidió que quería amarte, porque debes saber que no creo aquello que dicen que la sangre es la que dicta al amor, ni que lo es la costumbre, ni que te haya visto cerca de mi desde que nací, en cambio creo que nosotras hemos vivido juntas desde tiempos pasadas, que nos hemos encontrado en muchas vidas y que estoy destinada a amarte, siempre que nos encontremos en las vidas posibles y en cuanto mi corazón y el tuyo se vuelvan a encontrar. 

Quiero contarte, sin afán de aburrirte, que si te pienso sonrío, que si te siento te amo, que eres una mujer maravillosa y que parte de lo que soy, de lo que somos Jess, Iván y yo, es porque te hemos tenido cerca. 


TE AMO CON MI ALMA