Dicen por ahí que el sol se ha enamorado de la luna, dicen que ha sido un romance complicado, que ya que el no sale por las noches y ella se esconde por el día, era casi imposible que se conocieran, ni imaginarse, entonces, que resultaran enamorados.
Se dice que hace algún tiempo cuando ellos aún no se conocían, las estrellas se habían enamorado del Sol y se la pasaban contándole a la Luna lo elegante, amable y educado que éste era, entonces ella fascinada por todo lo que estaba escuchando pensó que sería interesante conocer a tan afamado caballero, dicen también que la Luna le pidió a las estrellas que le contaran de ella al Sol y que algunas de las estrellas se pusieron celosas y no volvieron a hablarle jamás.
Cuenta la historia que las estrellas celosas hablaron mal de la Luna, el sol supuso que la luna no sería mala y que serían los celos de las estrellas los que las hacían hablar de esa forma, entonces el sol le pidió al Cielo que le contara de ella, dijo que estaba intrigado con aquella dama misteriosa que no se dejaba ver por la mañanas pero que por las noches estaba ahí para iluminar a la naturaleza que él por cansancio dejaba a cierta hora, el cielo que adoraba a la Luna como a una hermana le contó todas sus cualidades, le dijo que era de las Lunas del universo la más hermosa y el Sol aún sin haberla visto antes, decidió que sería buena idea conocerla.
Así que se puso de acuerdo con la tierra y le pidió que le ayudara a hacer un eclipse de Luna, la tierra emocionada porque ama hacer de cupido le dijo que estaba de acuerdo con el plan. De ese modo lo hicieron, un día la luna y el sol se encontraron, el único defecto era que aunque podían platicar y conocerse era bastante incómodo tener a la tierra entre ellos y que la tierra tuviera que enterarse de todo lo que decían, entonces ya enamorados se citaron nuevamente, pero esta vez querían estar seguros de que fuera algo más íntimo, se pusieron de acuerdo e hicieron un hermoso eclipse de Sol, la luna se apareció una mañana y se colocó frente a él, de ese modo estarían cerca y nadie estaría entre ellos, hablaron poco tiempo, pues la tierra que aunque ama hacer de cupido es también un poco chismosa, estaba tocando el hombro del sol mientras se quejaba de que no podía estar tanto tiempo sin luz, la realidad es que quería saber lo que estaba pasando.
El Sol ahora es novio de la Luna y es que aunque no se ven seguido, esperan el momento en el que llegue otro eclipse de sol para verse, besarse y amarse como sólo ellos saben hacerlo, pero incluso no descartan la posibilidad de invitar a la tierra y hacer un eclipse de Sol pues consideran que es mejor tenerla como amiga para que les regale más tiempo cuando hagan eclipses de Luna, pues planean que en su próximo encuentro harán un picnik con la vía láctea de bebida y trocitos de queso fundidos, ellos dicen que el queso de la luna calentado por los rayos del sol tiene un sabor especial que puede compararse con el paraíso.
Las estrellas hasta la fecha siguen de celosas, incluso algunas se han convertido en fugaces para espiarlas mientras ellos se encuentran, pero el Sol y la Luna se divierten tanto cuando están juntos que no dejan ni que los meteoritos hagan daño a su amor...