Hasta hace algunos días eras ese alguien con el que soñaba, después de algunos desencuentros con la vida no estoy segura de querer ir tras de tí como pensé que podía hacerlo.
Megusta la idea de tí, tu porte, tu gracia, tu magia, me molesta que no te des cuenta de que existo y mi no querer hacerte ver que existo, que abraces a otras y que las beses, que yo no sea capaz ni de hablarte porque me haces titubear, porque me muero de nervios como en ningún otro momento más.
No quiero pensar en si vale la pena, en si me hace daño, no quiero pensar en la capacidad que tienes para doblarme, capacidad misma que sería capaz de destruirme si quisieras hacerlo.
Me matas, me vuelves loca y si nos detemos a pensarlo (aunque no quiera hacerlo) eso para nada es bueno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario