lunes, 23 de mayo de 2011

Hasta que la muerte o la culpa nos separe

En labios de Él:

Ella sonríe por las mañanas, por las tardes esquiva mi mirada y por las noches rompe una orilla del vestido blanco que cuidaba para el día en que nos casáramos.

Amo escuchar el canto de los pájaros cuando ella se levanta, al compás de su dulce voz diciendo "Hoy será un día diferente", amo su sonrisa hermosa que combina con el resplandeciente amarillo del sol, que grite "Hoy va a funcionar" y que escriba en su diario de sueños que aunque haya sido una pesadilla hoy respirará profundo y hará que funcione.

Me entristece mucho que me evada, que me ignore; ella y yo nos amábamos, nos buscábamos, sé que la destrocé al dejarla, y me siento mal, en verdad la extraño, ella me hace falta, pero admito que soy malo, que no pude soportarlo y tenía que dejarla.

Soy totalmente infeliz cuando a pasos cortos se acerca al armario y rompe un trozo del vestido de novia y grita que me odia; La sigo amando

No puedo volver con ella, ella me evita, yo también tengo mi orgullo, yo también debo ver por mi, ya encontrará a un hombre que la respete y que la ame como se merece, Yo la amo.

En labios de Ella:

Todas las noches antes de dormir, respiro profundo y me acerco al armario con lágrimas en los ojos que esperaba que un día dejaran de correr, me acerco al vestido que alguna vez fuera blanco y le digo a mi alma que todo estará bien, esta noche como siempre dormiremos con un trocito del vestido que me habría llevado al altar, para recordarlo, para amarlo, en secreto, en silencio.

Cuando me acuesto, pienso que quizá la vida habría sido diferente, quizá romántica y en lugar de dormir con un trocito del vestido estaría durmiendo junto a él, respirando su aire, sintiendo su piel, diciendo su nombre en las noches de luna llena, quizá... quizá...

Las mañanas son mi martirio, pero también son mi salvación, después de tantas pesadillas me levanto, respiro profundo (Es una hermosa rutina que me hace bien) y le grito al viento que hoy funcionará, no hace falta que él esté para yo sentirme hermosa.

Salgo a caminar, a respirar del viento que pudo haber sido nuestro, y justo en el lugar en el que se encuentra la casa en la que él vivía, todas las mañanas siento el aroma de su perfume y agacho la mirada, es que... si él pudiera estar a mi lado, caminar a mi paso, sentir mi piel, mis besos y mis abrazos, tal vez yo sería dichosa, como nos lo prometimos una semana antes de la boda, después de su aroma todo me hace daño, el sonido de los pájaros, de los coches, el aroma de las flores, los perfumes que se revuelven con el aire, todo me hace daño, al llegar la noche la rutina es la misma, acercarme al armario, cortar un trozo del vestido y acostarme a dormir...



"Dos muertos y dos heridos es el saldo resultante de un accidente automovilístico entre dos coches en carretera, al parecer los jóvenes que viajaban en el mustang rojo perdieron la vida al instante, mientras que la pareja que viajaba en el corsa color plata se encuentran en supervisión médica"

Ellos iban a casarse la semana siguiente al accidente, dicen que el joven que manejaba el mustang perdió el control del coche, ambos murieron, pero Alondra y Arturo llegaron al hospital con vida, Arturo nunca supo lo que ocasionó el choque, perdió la memoria de ese momento de su vida, lo último que recuerda es el beso que le dio a ella en promesa de su amor y los gritos después del choque, él sigue creyéndose culpable de los daños ocasionados, nadie puede hacerle entender que no es culpa; cuando la ve pasar, aún se le enchina la piel y se roba segundos de su fragancia, ella siempre agacha la mirada, él ha resulto no hablarle hasta que ella lo haga.

Ella no recuerda más que el beso de la promesa de su amor, ella jura que sabía a vainilla y cada mañana cuando sale a caminar y siente el aroma de Arturo recuerda aquel beso que parecía que no acabaría jamás (o que al menos ella habría deseado que fuera de ese modo), agacha la mirada y espera que algún día pueda dejar de sentir el aroma de aquel que para ella ya se fue.

Ellos siguen amándose, ella lo cree muerto, él cree que ella siente rencor, ella no lo ve y él... no lo sabe, pero jura que no le hablará hasta que ella lo haga.

El resto ha querido decirles, ellos no han permitido que otros hablen de su amor...

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