martes, 29 de noviembre de 2011

Me bebí tu cuerpo

Ancle mis manos a tu cuerpo, lo recorrí en instantes con mi piel, me bebí a sorbos tu presencia.

Era una noche de frío, una noche en que deseaba estar más cerca de ti, en que sentir tus labios en mis pechos era como recordar nuestra luna de miel, cuantas veces me dijeron que el amor entre las sábanas era como café en noche frío si estabas con el hombre que compartiría tus días, me lo dijeron tantas veces, jamás imaginé que pudiera ser tan cierto.

Eran tus mejillas, sonrojadas bajo tu piel tostada; y tus manos tan fuertes que me hacían sentir segura, era ese frío de un ausente verano que me hacía quererte más y más de lo que te amaba antes.

No importaba lo demás, sencillamente sabías a café, al café recién tostado, tan tostado como el color tu piel.


No hay comentarios: