Imagen de Brooke Shaden
Alguna vez mamá contó la historia del abuelo a la orilla del río; en aquella época en que el salía a dar una vuelta cerca de su casa, pasaban de las 7 de la noche y empezaba a oscurecer, el abuelo cansado de caminar por un buen rato se sentó en la arena a modo que el agua le rozara los pies, dejó caer el resto de su cuerpo poco a poco y de pronto se quedó dormido durante un largo tiempo, escuchó a lo lejos el hermoso canto de una mujer, que además entre cada melodía susurraba su nombre, abrió los ojos y sentó rápidamente para conocer a la dueña de aquella hermosa y dulce voz.
Se frotó los ojos una vez que estuvo de frente a ella, era bellísima, lo mismo que su voz, llevaba puesto un vestido blanco, el cabello suelto, rojo y flores de colores en la mano, no pudo evitar sentirse inmensamente atraído y entonces, empezó a caminar. caminaba lentamente hacia ella, hasta que sintió el agua en su cintura y reaccionó entendiendo la imposibilidad de que alguien flotara sobre el agua y le llamara por su nombre con coros celestiales a las 9 de la noche. Frenó su paso y corrió al lado contrario llegando a casa en donde su familia lo esperaba preocupada.
El abuelo con los años seguía contando la historia cada vez que nos veíamos, siempre había un brillo especial en sus ojos verdes al mencionar lo hermosa que era su voz y siempre su sonrisa desaparecía al recordar que no podía ser real, preocupándose por aquello que puediera en él estar mal.
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