La soledad se había apoderado de ella, tenía días que no hacía más que llorar, no quería ser parte de ese tonto juego de niños, se sentía perdida, frágil y desalentada.
Su corazón estaba rompiéndose en pedazos, su alma estaba herida, sus ojos llenos de lágrimas, de cristales líquidos que no dejaban de roda, entonces, fue que apareció él.
1 comentario:
oh! me encanto! realmente es fascinante me hizo proyectarme en mi!!! :)
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